5 cosas que haces bien en tu vida personal pero no en tu marketing
El marketing tiene un 25% de técnica, un 25% de creatividad y un 50% de sentido común. ¿Por qué hay quien se empeña en hacer en marketing cosas que no haría en los otros ámbitos de su vida? Aquí recogemos 5 cosas que haces bien en tu vida privada y que no debes olvidar al diseñar un plan de marketing.
1.Si no intentas cambiar a tu pareja, ¿por qué quieres cambiar a tu cliente?
Cuando plantees una campaña, adapta la forma de comunicarte a los hábitos de tus clientes. Aunque Snapchat esté de moda, si quieres vender a gente de más de treinta años, olvídate de esa plataforma porque no vas a hacerles descargar la app aunque tu estrategia sea la mar de divertida. Aprende como usa cada canal tu target y adapta tu mensaje al lenguaje y costumbres de ese canal. Puedes ser disruptivo, pero no esperes que tu cliente cambie su forma de actuar, navegar, o comprar por ti.
2. Sin inversión de tiempo, no inviertas dinero
El típico regalo en el que gastas más de lo previsto para compensar la falta de originalidad o no haber preparado algo especial para la ocasión. No suele funcionar. Tampoco en marketing. Si no inviertes el tiempo necesario en estudiar el mercado, conocer a tu cliente potencial y dar forma a una campaña atractiva para tu target, no vale la pena que derroches dinero para que la campaña llegue muy lejos. Siempre tiene que haber un equilibrio entre el tiempo que dedicas a planear una campaña y el dinero que inviertas en ella.
3. El precio no lo es todo
Cuando vas a una entrevista de trabajo, sabes cuánto quieres ganar al mes. Otra cosa es que en la negociación (si la hay), tengas más o menos margen de maniobra, pero sabes lo que vales. Cuando plantees una acción promocional piensa qué pasaría si en la entrevista de trabajo ofrecieras un descuento en el sueldo de tus tres primeros meses. ¿No darías la mejor impresión, no? Un buen descuento es útil, sobre todo en gran consumo, pero más importante aún es dar valor a tu producto. Si lo que ofreces son servicios, es importante que respetes tus márgenes incluso al hacer promociones para no devaluar el valor de tu marca.
4. Habla bajito
No por más gritar te van a entender mejor. Sin renunciar a la notoriedad, hay que ser capaz de generar contenidos que atraigan a tu cliente ideal en particular. Esa información útil que le puedes susurrar y que pierde todo el valor si la gritas buscando atraer a un público más amplio. Premia a tu comunidad con contenidos que transmitan tus valores y les ayuden a disfrutar mejor de tu producto o servicio.
5. Ten un plan B, pero sobretodo un plan A
Como en la vida misma, está bien tener un plan de contingencia por si las cosas no salen como estaba previsto. Sin embargo, a veces la prisa por obtener resultados hace que el plan A no tenga tiempo de funcionar (y el plan B tampoco tendrá tiempo de cosechar éxitos). La paciencia, las segundas oportunidades y la consistencia en tu visión de negocio son importantes para no ir a la deriva.
Aplica todo las lecciones que has aprendido en tu vida cotidiana a tu trabajo ¡y verás como mejoran los resultados!
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