Saber inglés en este mundo del marketing es un requisito casi tan básico como aprender a leer y escribir. Nos enfrentamos a los políglotas, porque ya no solo basta con inglés, saber más idiomas es cada vez más un requerimiento en la contratación de ciertas posiciones.
Matthew Youlden es en este momento mi héroe, siento algo así como quiero tener tu «súper poder» de hablar tantos idiomas con esa fluidez como lo haces. Es uno de mis sueños y la verdad no es que haya hecho mucho para alcanzarlo. ¿Te suena algo familiar «zona de confort»? ¡mea culpa!
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Me ha costado mucho esfuerzo hablar catalán, no logro «soltar la lengua» a pesar que entenderlo alcanza cada vez niveles más altos. Así que para solucionar este problemita me he propuesto seguir los consejos de Matthew.
Si tienes uno o varios idiomas en stand by, prèn nota!
1. Tener claro por qué lo estas haciendo.
Debes tener un buen motivo para aprender un idioma, suena obvio pero la realidad es que si no lo tienes al final puede que se te acabe la motivación. Sea cual sea esa motivación que te llevo a aprenderlo, aquí lo que importa es el compromiso que tengas con ese idioma.
2. Sumérgete.
Ok! tienes la promesa, te has comprometido. La recomendación de Matthew es «enfoque maximizado 360 grados», quiere decir: practicar todos y cada uno de los días, no importa que herramientas uses para cumplir lo prometido.
Uno de mis tips es tratar de pensar en ese idioma, intentar escribir algo (emails, chat) e incluso hablo sola en ese idioma. La verdad que todo esta en la práctica diaria y el contacto que tengas como escuchar música, ver televisión o rodearte de la cultura.
3. Encuentra un compañero.
Matthew aprendió varios idiomas junto a su hermano gemelo y adquirieron sus súper poderes a base de la «rivalidad entre hermanos», ya sabes, un poco de celos porque uno sabe más que el otro, eso te empuja a seguir y superarte. Así que si no tienes hermanos que te acompañen en tu aventura, intenta encontrar un compañero que seguro te motivará a continuar superarte.
Lo puedo testificar, realmente ayuda. En mi primer curso de catalán estaba una chica italiana, a medida que pasábamos las unidades yo sentía que ella sabía más y hablaba mucho más fluido, esto me motivo a superarme e igualar el nivel que tenia esta chica que ya para ese momento éramos amigas y me ayudaba a comprender mejor ciertas reglas del idioma.
4. Actua como niño.
Toma una actitud de «falta de conciencia de uno mismo», es decir que te olvides del sentido de estatus social, de quién eres, cuantos años tienes, tan solo piensa en que estas en una fase de aprender en ese idioma que has escogido por alguna razón. Actúa como los niños,¡ juega! y ten la disposición a cometer errores. Aprendemos a base de equivocarnos.
Admitir y aceptar que no sabes algo es la clave de alcanzar crecimiento y libertad, olvídate de la vergüenza y el «no sé», mejor cambia esas dos palabras por «no lo he aprendido todavía».
5. Abandona tu zona de confort.
No importa cuanto estudies y realices todos los deberes si no te involucras en situaciones cotidianas. Háblales a los extranjeros en su idioma, pregunta direcciones, pide el pan, ordena la comida en el restaurante e intenta continuar hablando así te cambien a tu idioma.
Al principio tendrás dificultades como la pronunciación, la gramática, la sintáxis o entender ese «slang» propio de cada lugar.
Lo importante es desarrollar ese «sentido del idioma», entender su esencia para luego hacerlo tuyo y convertirte en un «hablante nativo».
6. Mirar a otros hablar.
Cada idioma demanda esfuerzos distintos, posición de la lengua, los labios o manejo de sonidos desde la garganta o inclusive desde el estómago. Una idea para aprender ciertos sonidos que no son familiares en nuestro idioma es observar cuidadosamente a otros mientras dicen palabras que usan ese sonido que no podemos imitar fácilmente.
Si no puedes observar e imitar a nativos en vivo, ver películas o televisión en versión original puede ser una solución.
Bonus: ¡Relax!
Tómalo con calma, exígete lo justo, tampoco pretendas saber un idioma en poco tiempo, permítete conocerlo a fondo y piensa en que ¡sí se puede!
Fuente: Babbel.com
Imágenes: pixabay.com
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