Uno de los grandes enemigos de cualquier negocio en el que trabajen dos o más personas, es la falta de motivación y el desgaste.
Siempre se dice que deberíamos tener 8 horas para trabajar, 8 para dormir y 8 para el ocio. Lamentablemente, si tenemos que quitar horas a alguna de estas fracciones, siempre es la del ocio. Incluso cuando ya no hay más horas en el saco del ocio, se las sacamos al sueño.
Teniendo en cuenta que dedicamos gran parte de nuestro día al trabajo, intentemos que nuestros colaboradores y nosotros mismos empecemos el día con una sonrisa.
Ya seas el tendero de la esquina o un gran empresario, existen unas “normas básicas” para que tus empleados se sientan a gusto trabajando contigo. No hay nada mejor para ambas partes que una relación laboral en que el equipo está contento: no solamente vuestro estado anímico mejorará sino que además aumentarás vuestro rendimiento.
Aquí van seis de estos básicos:
- Da los buenos días con una sonrisa.
- Preocúpate por sus inquietudes.
- Cumple las normas.
- Ofrece un espacio de trabajo limpio y seguro.
- Ofrece las herramientas necesarias para llevar a cabo el trabajo.
- Empowerment.
Sí, es primordial y no está de más recordarlo.
Muchas veces el estrés y las prisas hacen que entremos en nuestro negocio con cara de seta, preguntando por un tema y olvidando este básico que hace que empecemos el día de otra forma.
Tienes que saber cómo se sienten tus empleados o compañeros, qué les motiva y qué les hace felices. Saber y compartir estos momentos te acercará al equipo y el trato será mucho más cercano.
Lo que básicamente te une al equipo es un contrato de trabajo en el que el trabajador te ofrece su tiempo establecido en el que realiza tareas determinadas con un objetivo lucrativo y tú a cambio le aportas un rendimiento económico.
Una cosas es que un día por un pico de trabajo el equipo tenga que ampliar su jornada laboral, otra, que la excepción se convierta en norma y pongas mala cara cuando al finalizar la jornada, se vayan.
No es lo mismo trabajar en un obrador que en un despacho, pero en ambos casos se puede trabajar a gusto o no. Haz todo lo posible por asegurar que tu equipo disponga de un lugar de trabajo en el que no corran peligro y que esté en buenas condiciones.
Un cocinero no puede trabajar sin cuchillos, un fontanero sin llave inglesa y una secretaria sin ordenador. Hazles saber lo importante que es mantener en buenas condiciones el material de trabajo y haz lo posible por reponerlo o actualizarlo cuando tu equipo te diga que es necesario.
Esta palabreja tan inglesa que queda tan bien y que tan poco se usa por estos landes…. Tus trabajadores son profesionales, serios, responsables y puedes confiar en ellos. Si realmente no concuerdan con estos adjetivos, tenemos un problema.
Dales libertad, no estés todo el día con la cabeza por encima del hombro para ver qué hacen. Delega tareas y al final de la semana haced una pequeña reunión para llevar a cabo el seguimiento.
Siguiendo este guía de reglas básicas para cuidar a tu equipo harás que las personas que lo integran se sientan mejor y menos presionadas y de esta forma realizarán su trabajo de forma más tranquila consiguiendo los mejores resultados.
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