Si tienes tu propio negocio los límites entre tu vida profesional y tu vida personal a veces son confusas. En primer lugar, porque te dedicas a algo por lo que tienes verdadero interés (y con suerte, pasión), y en segundo lugar porque al no disponer de un gran equipo gran parte de la responsabilidad cae sobre ti: tareas administrativas, comerciales, operativas, etc.
Para disfrutar tanto de los momentos de trabajo como de los de ocio, compartimos algunas ideas para sacar el máximo de las dos facetas y conciliarlas mejor en estos tiempos:
- Planea tu transición del «modo trabajo» al «modo casa»: déjate 30 minutos para ir físicamente de un sitio a otro y si puedes, haz una parada de diez minutos o da un paseo antes de entrar.
- Cuando dejes de trabajar, concéntrate en lo que vas a hacer: jugar con los niños, leer, ver una película, etc.
- Si trabajas en casa: ten un espacio de trabajo separado del espacio para descansar.
- Si ya tienes los espacios creados: úsalos apropiadamente.
- Planifica bien tu trabajo para que no invada tu tiempo libre.
- Trabaja tu estabilidad emocional en tu vida privada para favorecer tu desarrollo profesional.
No olvides que estés haciendo la cena o un presupuesto eres la misma persona, y que conciliar no es más que respetar y priorizar los distintos roles que tienes en tu vida.
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