La estrategia es saber qué hacer cuando no hay nada que hacer

La estrategia es saber qué hacer cuando no hay nada que hacer

En ocasiones, después de una temporada intensa, nos encontramos con esa sensación de «vacío». Las cosas han vuelto a la normalidad, el ritmo frenético ha dejado paso a la rutina del día a día y no estancamos, dejándonos llevar por esa sensación de tranquilidad.

Aprovechemos esos momentos para coger distancia, analizar dónde estamos y hacia dónde vamos. Marquemos la estrategia a seguir durante los siguientes meses.

«La estrategia es saber qué hacer cuando no hay nada que hacer»

  1. ¿Quién es nuestro cliente? Al inicio de nuestro proyecto, pensamos en un cliente objetivo al que dirigirnos. Lo hemos conseguido? Cuál es nuestro cliente actual?
  2. ¿Qué necesidades tiene este cliente? De toda la oferta de productos/servicios que ofrecemos, cuáles tienen mayor aceptación?
  3. ¿En qué nos diferenciamos de nuestros competidores? Competencia hay en todos los sectores, pero cada empresa se diferencia del resto en algo. Estudia, cuál es tu punto diferencial.
  4. Marca objetivo cuantitativos y cualitativos. Deben suponer un reto, pero alcanzables. No lo olvides. Deben motivar al personal, y deben ser recompensados. No te fijes únicamente en los ingresos, si no también, en la forma de conseguirlos. La calidad del servicio está directamente relacionada con los ingresos a medio plazo.

Marca una estrategia donde los puntos anteriores estén en concordancia: realiza acciones orientadas al target que más se ha interesado por tus servicios, muestra la forma de cubrir sus necesidades y haz hincapié en lo que te diferencia de tus competidores. Motiva al equipo, marca objetivos alcanzables y recompénsales al conseguirlos.

Aprovecha las épocas de menos trabajo, para analizar y marca la estrategia a seguir durante los siguientes meses. Todo ello, hará que las piezas del puzzle, vayan encajando. 

2017-06-01T13:13:18+02:00 03/02/2014|

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