Después del pasado post donde explicábamos los básicos para cuidar a tu equipo y tenerlos algo más contentos de verte la cara cada mañana, os traemos algunos «truquitos» imprescindibles para que casi, casi, te hagan la ola.
- Celebra los cumpleaños.Si sois pocos empleados, podéis celebrar el cumpleaños de cada miembro del equipo por separado. Si sois muchos, se puede celebrar en conjunto por ejemplo, cada último viernes del mes.No nos referimos a tirar la casa por la ventana, si no a llevar unas pastitas, una botella de cava (o dos) y celebrar ese día tan especial.Si por cualquier motivo no ves viable esta opción y son los propios empleados los que traen las pastitas, sonríe.
- Navidad. Sabemos que los hornos no están para bollos y que cada vez son menos las empresas que se pueden permitir el lujo de hacer una super cena de empresa o regalar un lote con jamón incluido, pero si en estas fechas señaladas algunos proveedores os hacen regalitos, ¿por qué no ponerlos en un bote común y hacer un sorteo antes de Navidad? Así, tanto la persona que tenga más contacto con proveedores como la que no lo tiene tienen las mismas oportunidades…. Si además puedes subvencionar parte de la cena o hacer un aperitivo ya sería la guinda del pastel.Y…. ¿por qué no enviarles una felicitación personalizada a su domicilio?
- Da palmaditas en la espalda. A nadie le amarga un dulce y a todo el mundo le gusta que le digan lo guapo y listo que es. No cuesta nada, no hay que hacer inversión y el retorno es aplastante.“Me encanta el trabajo que estás haciendo”, “Me alegra contar contigo en el equipo”, “Buen trabajo”, “Bien hecho”, “Felicidades”, ….
- Salid de la oficina de vez en cuando.Cuando el equipo ha hecho un buen esfuerzo, han trabajado bien y se han dejado la piel, haz alguna salida fuera de la oficina. A comer, a desayunar o simplemente a tomar unas cañas. El estar en otro ambiente y otro entorno, facilitará el acercamiento y la distensión entre los miembros del equipo y harán que estén más unidos.
- Elimina barreras.Es uno de los problemas principales de los jefes. Se meten en su oficina y no hay quién les saque de allí. Pasa algunas horas en el mismo espacio que tus empleados y tendrás una visión más real de lo que sucede en el día día de esta forma, que esperando a que tus empleados piquen a tu puerta.Si esto no fuera posible por algún motivo, mantén tu puerta abierta siempre que no estés reunido.
- Escucha, escucha y escucha. No hay nada peor que un jefe que no te escuche. Y no nos referimos solamente a que esté leyendo o enviando e-mails en medio de una reunión o mientras le cuentas los problemas que has encontrado para realizar una tarea. Nos referimos también a escuchar lo que pasa a tu alrededor: Cómo interactúa el equipo, qué problemas hay en el entorno, qué detalles son los que les hace estar unidos, qué cosas salen bien y les alegra, por pequeños detalles que sean. Escucha y tendrás muchos puntos a tu favor.
Como verás son puntos bien fáciles y que prácticamente no necesitan inversión, pero realmente serán un punto de inflexión.
¿Estás preparado?
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