Cuando estamos saturados de trabajo, al igual que los árboles no nos dejan ver el bosque, el lío no nos deja expandir la mente y nuestra musa se va buscando otros lares donde pueda campar lindamente, muchas veces en el vecino de enfrente.
Así que tenemos que prepararle a nuestra musa una habitación con vistas, un sofá mullidito y todas las facilidades para que se quede a vivir con nosotros y sea como un treintañero en estos tiempos.
Por eso, mas vale que nos alejemos de estos hábitos que no hacen más que dejarle la puerta abierta para que coja el petate y se largue sin decir adiós:
– Tener miedo a la ambigüedad: Hay veces que las cosas sin sentido son las que más sentido tienen. Los brainstormings son un auténtico caos del que salen las mejores ideas. No tengas miedo.
– Diferenciar el momento del trabajo con el momento del juego. Las mejores ideas salen cuando estamos relajados y cuando nuestra mente está abierta a la innovación y bien relajada. Lo mejor, es disponer de tiempo de relax y entretenimiento en la oficina de forma que el trabajo y el juego vayan de la mano.
– Corregir a la vez que crear. Si quieres aniquilar a tu musa ve destruyendo lo que ella va creando. Triunfarás (en el olvido).
-Preocuparse en exceso de los errores. Los errores existen, pero no los antepongamos a los aciertos. ¡Pensemos en positivo!
– No creer en uno mismo. Si no crees en ti, quién lo hará? Tú puedes, tú eres grande y puedes con todo. Relativiza y piensa que dentro de unos días, te estarás riendo de esa situación.
– Desanimarse por comentarios «maliciosos». Ignora los comentarios que no sean constructivos. No puedes dejar tu seguridad y tu proyecto en manos de otras personas.
– Agobiarse con el exceso de información. Cuántas veces hemos salido de una reunión con la cabeza como un bombo… De toda la información, ¿cuánta es realmente útil?
Aquí tenéis esta infografía para que lo veáis más claro…
¡Feliz semana!
Fuente: Marketing Directo.
Leave A Comment