En unos días el otoño tocará nuestra puerta y los colores rojizos, naranjas y marrones inundarán nuestras retinas.
Los días se acortan y nosotros en especial, necesitamos llenarnos de color para sentir todavía el calor y la energía de los meses más atrevidos.
Por eso, os presentamos estos fáciles DIY para llenar de color nuestro espacio de trabajo. ¡Que el ánimo no decaiga!
El primero que veis, (arriba del todo), como podéis comprobar, es bien fácil y únicamente necesitas unas botellas blancas, papel de regalo, pegamento, washi tape del color que más nos guste y quede bien y un cordelito para acabar de fijar el papel. Lo he visto aquí .
Y si el primero era fácil, éste es para patosillas con las manualidades como yo, que soy incapaz de cortar recto… Sólo necesitáis una lata con la medida que más os guste y pinzas de la ropa. Después, rellenamos con tierra y colocamos nuestra plantita. No me digáis que no queda bonito. Lo he visto aquí.
Si no sabéis qué hacer con esas latas de fabada asturiana o de melocotones en almíbar, ahí va una idea que no tiene desperdicio. Sólo necesitáis la lata, un bote de vidrio (el de los pimientos de piquillo van de perlas), una cuerda y pegamento. Lo he visto aquí.
Ya no tenéis excusa para no tener las mesas de trabajo, la de noche o las del salón, requetebonitas y coloridas.
Pon color en tu mesa. ¿Te animas?
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