¡Sonríe!

¡Sonríe!

Sonríe por favor.

La fuerza que tiene una sonrisa, es enorme. 

Después de muchos años (más de los que me gustaría confesar) dedicándome al sector servicios y formando equipos sobre la importancia en la Atención al Cliente, me quedo con una única palabra. ¡Sonríe! 

En las selecciones de personal para puestos de atención al cliente que he realizado durante todos estos años, no son pocos los perfiles sobradamente preparados que he descartado por no sonreír.

Creo que pocas acciones tan fáciles de hacer, son tan difíciles de encontrar. 

Si entras en un establecimiento y el dependiente, aunque ocupado, te mira y sonríe, te hace sentir mejor. Aunque tengas que esperar a ser atendido. Sentirte reconocido, sentir que eres importante, que la persona que te va a atender, se alegra de verte y de tenerte en su negocio. La sonrisa, te abre muchas puertas.

Estoy cansada de ir a tiendas donde el dependiente ni sonríe ni en ocasiones ni te mira. Cuando pasa ésto, tengo la sensación que estoy molestado. Siento que han abierto las puertas de la cafetería, del kiosco o de la charcutería, con la intención de que no entre nadie. 

¿Por qué la gente no sonríe? Claro que tenemos problema, claro que podemos tener un mal día, a todos nos pasa ésto, pero ¿por qué tiene que sufrirlo otra persona que igual está en la misma situación y lo único que quiere es pasar un rato agradable tomando un café, leyendo el diario o comprando una laca de uñas?

Un consejo: si eres incapaz de sonreír, no estés de cara al público. Te harás un flaco favor a ti, a tus clientes y al negocio. Y si no te queda más remedio, haz el esfuerzo. Verás como a fuerza de sonreír, te sentirás mejor, porque la recompensa, es infinita. 

2017-06-01T13:15:09+02:00 28/10/2013|

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