Hoy vamos a proponerte una política de empresa que puede suponer un cambio radical en ella y que, por si fuera poco, puedes aplicar a cualquier contexto en el que interactúen más de dos personas, e incluso cuando estés pensando en voz alta.
«No está permitido quejarse sin proponer una solución«
¿Creías que íbamos a proponerte una represión tal que evitara toda queja? Somos humanos. Pero no podemos permtir el regocijo en todo lo que no nos gusta, aunque a veces de gustillo. Para preservar el espíritu crítico del equipo creando una actitud constructiva todas las quejas deben ir acompañados por una propuesta de solución.
Este mínimo acuerdo es sencillo de comunicar e implementar, basta con recordarlo cuando no se cumpla y tomarlo como un juego para agudizar el ingenio y la creatividad para encontrar mejoras en todos los procesos de la organización.
Además de ser una estupenda oportunidad de mejora, aumenta el estado de ánimo de los que lo practican, ya que en vez de enfocar todas las energías a destacar lo que les disgusta, nos propone dirigir la atención a lo que sí queremos, buscando una fórmula concreta para su consecución.
Y que cierto.
Que no exista queja sin solución.
Un beso Bloomers!